Dice reiteradamente Pablo
Iglesias que estamos en una situación de excepcionalidad democrática. La frase
favorita de Pinochet y de todos los de su especie.
Xulio Ferreiro, prevaliéndose de su condición de autoridad pública, denuncia penalmente a un tuitero, mostrando la inmensa hipocresía de los nuevos políticos , así como su ejemplar furia liberticida para criminalizar la crítica política, aun sea, en este caso, crítica política desaforada. El tuitero, que, según declaró después, tuvo un mal día, había dicho –como recoge la prensa–, que “quizá” la solución para esta ciudad fuese “un tiro en el occipital” para el alcalde. Y, acto seguido, aludía también a una solución a lo Carrero Blanco al respecto. Unas horas después, borró los tuits y se disculpó, pero la cárcel ya se cernía sobre él cual si hubiese gobernado la Generalitat y hecho volatilizar varios miles de millones de euros. Xulio Ferreiro lo había denunciado por injurias, previa persecución tuitera de alguno de sus concejales, ante los cuales el autor tuvo incluso que disculparse, mostrando sumisión religiosa a la autoridad, pero sin resultados. La defensa de nuestro entra...