ANTIFASCISMO Y TEOLOGÍA
Dicen que Norberto Bobbio
decía que "el fascista habla todo el tiempo de corrupción”:
“El fascista habla todo
el tiempo de corrupción. Hizo eso en Italia en 1922, en Alemania en 1933 y en
Brasil en 1964. Acusa, insulta, agrede, como si él fuese puro y honesto. Pero
el fascista es sólo un criminal, un sociópata que persigue una carrera
política. En el poder, no vacila en torturar, estuprar, robar sus dineros, su
libertad y sus derechos”.
En un final teológico,
Bobbio, filósofo del derecho, concluía: “Más que la corrupción, el fascista
practica la maldad". Pero también practica la corrupción.