Hay discos que
transforman las cosas a las que se acercan. Son discos que curan, enfadan,
aleccionan, viven. Comparten. Esos discos ya no pertenecen a las leyes de la
física. Y son discos que ni siquiera se escuchan, sino que brotan.
Dicen que Norberto Bobbio decía que "el fascista habla todo el tiempo de corrupción”: “El fascista habla todo el tiempo de corrupción. Hizo eso en Italia en 1922, en Alemania en 1933 y en Brasil en 1964. Acusa, insulta, agrede, como si él fuese puro y honesto. Pero el fascista es sólo un criminal, un sociópata que persigue una carrera política. En el poder, no vacila en torturar, estuprar, robar sus dineros, su libertad y sus derechos”. En un final teológico, Bobbio, filósofo del derecho, concluía: “Más que la corrupción, el fascista practica la maldad". Pero también practica la corrupción.
La correa de transmisión entre infraestructura y superestructura nunca funcionó demasiado bien. Nos dijeron que todo era ideología, y mientras el tonto miraba el dedo se apropiaron de las bases materiales del mundo. Cuando ya todo era capital, pudieron convertir el socialismo en un acto de lenguaje. Entonces jugaron con la elasticidad del lenguaje. Hasta redescubrir el feudalismo y rebautizarlo como socialismo, una vez que el socialismo se había acabado.
I. Les llaman manifestantes independentistas cuando son manifestantes progubernamentales. No se deben a la Patria, sino a la verticalidad del poder. No se trata de creencias, sino del beneficio personal. Su nuevo país será propiedad de los fondos de inversión. Su nuevo país será un paraíso, pero un paraíso fiscal. Su nuevo país será un espacio de convivencia, pero un espacio de convivencia para mafiosos. Su nuevo país tendrá un innegable prestigio, aquél de sus patrocinadores, Israel y Qatar. Muera la independencia. Visca la Terra! [II. La mascarada puede continuar, incluso puede llegar a puerto, pero saben que se trata de otra cosa. El golpe, o en Barcelona, o en Madrid. La última bala, la moción de censura que les indultará. Quien comete a sabiendas todos los delitos y lo hace público, juega con las cartas marcadas. Las cartas marcadas del plutócrata, de su pléyade de partidos, de sus cloacas particulares. Rajoy es el último dique de contención antes de lo que venga. Y de